• Irse a la cama sólo cuando se tenga sueño: si no se consigue dormir, es mejor levantarse, salir de la habitación y realizar otra
actividad relajante hasta que se sienta sueño nuevamente.
• Levantarse todos los días a la misma hora, incluso los fines de semana.
• Evitar quedarse en la cama despierto más tiempo del necesario.
• Evitar las siestas durante el día.
• Reducir o evitar el consumo de alcohol o hipnóticos, aunque pueden relajarte, ocasionan un sueño inquieto y no reparador.
• Reducir o evitar el café o la nicotina, ya que son estimulantes.
• Mantener unas condiciones ambientales adecuadas para dormir: se duerme mejor en un ambiente fresco, silencioso y oscuro.
• Evitar actividades estresantes en la hora previa de acostarse: juegos violentos, películas de acción,…
• Realizar ejercicio físico moderado a final de la tarde: 2-3 horas antes de acostarse.
• Practicar ejercicios de relajación antes de irse a la cama.
• Tomar baños de agua a temperatura corporal por su efecto relajante.
• Asociar la cama con el sueño: utilizar la cama sólo para dormir; no para leer, ver tv..
• Elegir ropa cómoda para dormir.
• Evitar alimentos grasos o picantes para cenar y comer o beber demasiado al acercarse la hora de dormir.
• Evitar ir con hambre a la cama: un menú ligero antes a menudo es preferible y puede ayudar a dormir mejor.